El Guadalajara dio
un nuevo paso hacia la salvación al derrotar con claridad (3-0) a un
Alcorcón voluntarioso, que fue incapaz de marcar a un rival ordenado,
solidario y luchador, lo que supone el segundo tropiezo seguido del
cuadro madrileño, que pugna por ascender. Amortiguó el Guadalajara la
ofensiva inicial del Alcorcón, y logró soltarse del agobio pimentonero
con oficio. Al cuarto de hora de partido, Álvaro primero y Azkorra
después disfrutaban de las primeras ocasiones locales. Miguélez
respondía con una volea desde la frontal, que detuvo Razak, bien
colocado.
Durante varios minutos, el Alcorcón se hizo con el control del juego.
Los hombres de Pepe Bordalás impusieron su ritmo y se acercaron a la
meta contraria con toque y paciencia, sin prisa alguna. Sin embargo, fue
el Guadalajara el que se adelantó en el marcador. Fue a balón parado.
Como muchas otras veces, Alvaro sacó una falta que
Azkorra remató de cabeza,
ajustado al palo derecho de la meta defendida por Manu Fernández. El
gol espoleó a los morados, que hilaron una secuencia de buenas jugadas
por las bandas, pero tuvo el empate la escuadra madrileña al filo del
descanso.
Miguélez tocaba raso, desde el borde del área pequeña, y la pelota se paseó cerca de la línea de gol, sin hallar rematador.
Y en el primer minuto de la segunda mitad, César Soriano desvió a
córner un disparo de Abraham que se dirigía al fondo de las mallas, con
Razak ya batido. Precisamente el mediocampista pimentonero cometió un
error defensivo en la siguiente jugada, que sirvió para que
Álvaro remachara el 2-0, con un derechazo desde el punto de penalti.
El Alcorcón estaba ciertamente tocado, pero aún así tuvo una opción a
los 57 minutos, cuando Oriol Riera disfrutó de su primera oportunidad
de marcar. Su remate de cabeza, algo forzado, salió a la izquierda de la
portería de
Razak. Con el equipo madrileño volcado en
campo alcarreño, tratando de acortar diferencias, el choque entró en una
dinámica de ida y vuelta de la que salió beneficiado el Guadalajara con
su tercera diana, obra de Cristian Fernández, recién ingresado al
terreno de juego. Por primera vez en el campeonato, los hombres de
Bordalás encadenan dos derrotas seguidas. Los morados, por su parte,
suman ocho jornadas consecutivas sin perder.